Aquellos seres castrados con cuerpo de hombre y voz de mujer, condenados a ser monos de feria por obra y gracia de Dios o de la moda al uso en el siglo XVIII. Todas esas criaturas que sucumbieron a la jugosa carne de un negocio como almas en pena y pasaron el resto de su vida en busca de una confusa identidad que sólo encontraban en la música, fueron un auténtico fenómeno barroco con muchas aristas presentes.
(...)
Pregunta. ¿Dónde están los castrati de hoy?
Respuesta. (...) Una vez preguntaron a Riccardo Muti acerca de esto y contestó que un ejemplo de castrato en nuestros días es Michael Jackson. Yo creo que es así, que él ha sido el auténtico castrato posmoderno. Se le ve en la cara. La nariz la tenía, el resto... ¿quién sabe?
P. También Jackson fue un personaje trágico. ¿Se les notaba en la voz?
R. Convertían en música su tragedia personal. El drama de saber qué eran. En las memorias de uno de ellos, Filippo Balatri, queda muy claro. Dice que lo primero que expresaban era el dolor, aunque ninguno tuviera el valor de reconocerlo. Ni siquiera que habían sido castrados para dedicarse a la música. Todos ponían la excusa de que había sido un perro, o que se cayeron del caballo, como Farinelli. Balatri me impresiona cuando comenta: "Nunca tendré la satisfacción de que alguien me llame padre".
P. Pero los que triunfaban, tampoco tenían mala vida.
R. No, claro. Eran viajeros, inquietos, cosmopolitas, muy ricos.
Respuesta. (...) Una vez preguntaron a Riccardo Muti acerca de esto y contestó que un ejemplo de castrato en nuestros días es Michael Jackson. Yo creo que es así, que él ha sido el auténtico castrato posmoderno. Se le ve en la cara. La nariz la tenía, el resto... ¿quién sabe?
P. También Jackson fue un personaje trágico. ¿Se les notaba en la voz?
R. Convertían en música su tragedia personal. El drama de saber qué eran. En las memorias de uno de ellos, Filippo Balatri, queda muy claro. Dice que lo primero que expresaban era el dolor, aunque ninguno tuviera el valor de reconocerlo. Ni siquiera que habían sido castrados para dedicarse a la música. Todos ponían la excusa de que había sido un perro, o que se cayeron del caballo, como Farinelli. Balatri me impresiona cuando comenta: "Nunca tendré la satisfacción de que alguien me llame padre".
P. Pero los que triunfaban, tampoco tenían mala vida.
R. No, claro. Eran viajeros, inquietos, cosmopolitas, muy ricos.
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Fuente: El País
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