En 1969, Jerry Levitan de 14 años con grabadora en mano, se coló en la habitación de hotel de John Lennon para charlar con él. Fue algo así…
Jerry: John, ¿podrías hablarnos, por favor, de tu situación con los EE.UU.?
John: Mucha gente no me quiere dentro, creen que voy a causar una revolución violenta, lo cual no es cierto. No me quieren porque no quieren que promueva la paz porque la guerra es un gran negocio. A muchos les gusta porque los mantiene obesos y felices. Soy antiguerra, por eso intentan alejarme. Pero entraré. Es decir, ellos nunca dirán en público que están en contra de la paz.
Jerry: ¿Qué podemos hacer para intentar ayudarte?
John: Ayúdenme ayudándose a ustedes mismos. Pídanle a los militares que les muestren una revolución que se haya convertido en lo que se prometía. Mira Rusia, Francia o cualquier lugar donde la hubo. Lo que se hace es construir el lugar y luego lo vuelven a construir. Y quienes lo reconstruyen se aferran a eso y se convierten en dirigentes. Y ustedes, chicos, van a ser los dirigentes en unos años. No vale la pena echarlo abajo, ya que vale la pena contar con la estructura y las maquinarias. La cosa es protestar, pero hacerlo SIN violencia. Porque la violencia genera violencia. Si andas por ahí violento, te pegan. Y así es – son las leyes del universo. Y ellos poseen todas las armas y todo el dinero. Y ellos saben cómo combatir la violencia porque lo han estado haciendo durante años al suprimirnos. Lo único que no conocen es la no-violencia y el humor. Y hay muchas formas de promover la paz. Hagan todo por la paz: orinen por la paz, sonrían por la paz, vayan a la escuela por la paz o no vayan a la escuela por la paz. Todo lo que hagan, háganlo por la paz. Depende de la gente. Nos quejamos del gobierno diciendo que nos van a llevar a la guerra. Nosotros los ponemos ahí y lo permitimos. Y podemos cambiarlo. Si realmente queremos cambiarlo, podemos cambiarlo
Jerry: ¿Qué hay de Paul, Ringo y George?
John: Somos cuatro individuos. Y George me dice “George lo está haciendo a su manera por como lleva su vida”. No es bueno gritar en la esquina de la calle: “¡Quiero la paz!” y luego apalear a tus compañeros. Vale más intentarlo con todas tus fuerzas sin ser violento. Y eso es muy difícil, porque todos somos violentos. Todos somos Cristo y Hitler en el interior.
Jerry: Como leí en el periódico, todos creen que George es el guitarrista agradable y eso… No soy muy fan de George. Es decir, me gusta la banda, pero tengo la impresión de que se están alejando de la gente. No se consideran iguales, sino que los Beatles son como Dios. Pero a veces pregunto: “¿Cuál es tu grupo favorito?” y dirán “Los Bee Gees”. Les pregunto: “¿Por qué les gustan los Bealtes? Son geniales, son fantásticos”. Y dicen que, por ejemplo, por los cargos de marihuana. “Son unos hippies y son diferentes y son obscenos”.
John: Ya veo. Parece que esos chicos no tienen criterio propio. Deberían salir debajo de las alas de sus padres. Jerry: Lo sé. Son como robots(...)
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